miércoles, 13 de mayo de 2009

Ser, estar, tener...

“Dan las cinco y media. Me levanto, la camisa fría se me pega a la carne. Salgo. ¿Por qué? Bueno, porque tampoco tengo razones para no hacerlo. Aunque me quede, aunque me acurruque en silencio en un rincón, no me olvidaré. Estaré allí, pesaré sobre el piso. Soy.”

SARTRE, Jean-Paul. La Náusea. pagina 168.


Esta es una de las razones mas grandes por las cuales me encanta vivir, planear y hacer. Por que no hay ningún motivo para hacerlo. Si lo hago o no, sigo siendo. Este sentimiento, de desgano, me parece tan normal y naturalizado, imposible no llevarlo, aunque luchar contra el no es imposible. Es querer hacerlo. Es ponerse.

La mutabilidad es un estado perfecto. Mutabilidad desarmable y líquida. Sensibilidad del ser, ser consciente de la propia existencia. Saber que tienes dos piernas, unas llaves, una madre que te espera, un amigo al que llamar... Identitad de reacción, identidad de priorizar, identidad de ser consciente y saber que hay cosas más importantes que una noche de fiesta. Hacerte valedor, por sentido propio e interés (no lucrativo), de una amistad, de un amor.

Las relaciones con el prójimo son problemáticas. El otro es una barrera para mí y desea reducirme a un estado de objeto.

“Dar es esclavizar”. En ciertos aspectos respeto la libertad del otro, pero no me la creo, celos, envidias, argumentaciones falsa que solo complican más la cosa. Actuamos como un animal salvaje que se contonea y controla a la presa, en este caso con el otro.

Por eso, el amor está condenado al fracaso, por la contradicción que encierra: amar es a la vez amar y desear ser amado, o sea, querer ser al mismo tiempo objeto y sujeto. ¿Qué quedará al final?.

Relativizar, educación sentimental, actitud de cambio. Es querer hacerlo. No hay más pautas.

Ser, estar, tener... hay que saber comprenderlos y saber usarlos. No hay más secretos que esos. Tres verbos, coordinados entre si hace un efecto virtuoso. Igual habría que empezar a conjugarlos.

Y a mi se me va la pinza, pero esto sabe quien debe leerlo y por qué.




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